martes, 4 de septiembre de 2018

BRUJOS

Brujos

Mi madre suele relatarme, que cuando apenas ella era muy pequeña, en el pueblo  no existía el drenaje ni el agua potable, por lo tanto cuando las personas requerían de hacer sus necesidades fisiológicas las realizaban a las orillas del río.

-En esos años tampoco se tenia alumbrado publico, solo nos alumbrábamos con veladoras y nuestro quinqué-.  Menciona mi madre.

Durante estos años en el pueblo era muy conocido un señor ya muy anciano, de el se sabia que acudían los enfermos y los sanaba, por lo que lo llamaban curandero, pero también se le conocía como brujo ya que también a el se le acudía para enfermar y hacer maldades a otras personas. 
Hablando de manera muy general, los brujos de Copainalá eran conocidos por estas practicas y la habilidad de transformase en animales.

Recuerda mi madre que en cierta ocasión, ella, sus hermanas y mi abuela fueron al río de madrugada, ella y mis tías se sentaron entre unos matorrales a esperar a que mi abuela las alcanzara, de repente escucharon unas cadenas arrastrándose entre los matorrales, pero no lograban ver nada, el sonido se empezaba a ser aun y aun mas fuerte, pero ahora ya no solo era la cadena lo que sonaba, si no que algo entre aquella oscuridad las miraba y  les gruñía como cerdo. 
El miedo las paralizo y solo se limitaron  a llamar a gritos a mi abuela, para cuando ella llegó, mi madre menciona que mi abuela se quedó unos segundos petrificada al ver a un enorme cerdo detrás de ellas, pero que repente se armó de coraje, tomó una piedras y con su saliva les dibujo una cruz, y se las empezó a arrojar a aquella bestia.
Mientras hacia esto, ella le gritaba, le maldecía y le repetía incontables veces que no le tenia miedo.

Y fue así que aquel animal se alejó gritando del dolor por tanta pedrada, y mi madre y sus hermanas y mi abuela volvieron a casa. Pero las sorpresas para mi madre no acabaron, ya que cuando por fin amaneció, se enteraron de que el brujo del pueblo lo habían encontrado cerca del río tirado y muy mal herido...

Tal y como si lo hubieren agarrado a pedradas.





-Hasta el día de hoy estas historias siguen sonando, y las creencias de que ciertas personas pueden transformarse en animal. Existen otros casos, y espero pronto poder relatarlos- Israel Vàzquez.







1 comentario:

  1. Woo! sin duda estas experiencias extrañas me las imagino. Buen material, hermano. Sigue impresionando al mundo con estas hermosos relatos que ha de ser algo patrimonial en la comunidad de Copainalá. Saludos, hermano :D

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